Jorge Pinzón Casasbuenas en By Trending

Sincero, transparente y con una manera única de ver la vida, ¡así es Jorge!. Estos factores permiten que este artista visual pueda gozar y disfrutar su trabajo a plenitud. Apasionado por el arte, amante de los animales y con un lado humano de esos que hacen falta por estos días, les presentamos a Jorge Pinzón Casasbuenas en By Trending.

¿Por qué llega al arte?

– El arte es innato al alma humana, todos estamos sin duda facultados para el arte, de una u otra forma. Creo que se llega al arte por medio de experiencias detonantes, impresiones definitivas que afectan mente y espíritu. en algunos casos desea uno tanto vivir de nuevo dichas experiencias que te planteas tu mismo ser el campo de experimentación para vivirlas. y eso me ocurrió a mi con la pintura.

Como a los 5 años, estaba viendo un larousse viejo que traía biografías de personajes históricos… Borges, Aristóteles… etc… y vi de repente una imagen chiquita en color, que era un autoretrato de COCTEAU. Estaba hecho en rojos, azules, naranjas, y eso para mí fue un antes y un después , todavía no me repongo. lo llevo en la cabeza. ése impacto con ésa imagen fue muy determinante… como todo niño entonces, empecé a dibujar y con el tiempo llegaron otras imágenes como de Van Gogh y el Greco.. se genera un placer visual increíble en cada paso y cuando te das cuenta ya te dedicas de lleno a esto.

¿Como fue tu infancia?

– Mi infancia, fue de muchos juegos, libros a la lata y dibujos… recuerdo mucho los atlas y me sorprendía ver la cantidad de ciudades en el mundo, recuerdo ver mucho el mapa de Rusia que está llenísimo de ciudades… y terminaba preguntándome porqué no había nacido yo ahí? por esa razón, los libros generaron muchas inquietudes así desde entonces.

¿Como llegas a Bogotá?

– Terminé el bachillerato y me fui a estudiar arquitectura…El final del episodio de mi vida en Bogotá termina con la tesis que trataba sobre la arquitectura marginal en la ciudad, era genial la forma, la flexibilidad de la ciudad «no regulada» y luego partí

¿Como te involucras de lleno con la pintura?

– En realidad nunca dejé de pintar, siempre estuve en el proceso de hacerlo, pintaba en cartones que hallaba en la calle en tablas que quedaban de las construcciones, no tenía entonces para materiales apropiados, pintaba con lo que hallara y con lo que tenía para pintar… la arquitectura es una nodriza, una mentora que te articula con muchas ciencias. Fui profesor y hacía diseños pero no dejé nunca de pintar. En ésos tiempos… no sé bien si la arquitectura le quitaba tiempo a la pintura o al revés después de ése ciclo tuve una oportunidad especial para sólo pintar y eso fue lo que hice… seguirla.

¿De que vivías antes de dedicarte a la pintura?

– Era estudiante primero… y luego hice algunos diseños, pero seguía pintando, nunca pensé en vivir de la pintura… incluso ahora me sorprende vivir de crear imágenes.

¿Por qué sales de Colombia?

– Razones de amor, simplemente. Y desde entonces tardé muchos años en regresar.

¿Cuál es tu lugar favorito?

– Son varios… actualmente es Mitla, la ciudad de los muertos en Oaxaca.

¿Como fue la experiencia la primera vez que expusiste alguna de tus obras?

– Los amigos fueron los primeros, nunca fueron clientes… recuerdo que me trasteaba, lo estaba haciendo a pie y lo último que me lleve ese día, eran los cuadros. Ahí pase por un callejón muy conocido de la universidad y una profesora me paro y me pregunto ¿Qué es eso? ¿Que si tenía más? Y ella consiguió un espacio para hacer la exposición con todas las de la ley. El evento estuvo muy bueno, de hecho hasta se lleno, aunque no se vendió nada ese día, fue buena esa primera experiencia.

¿Influencias?

– Borges, sin duda alguna ha sido la influencia principal, desde la primera lectura cambiaron los dibujos, la forma de pensar, todo.

¿Una pintura?

– Difícil, es como los libros, todo depende del momento, del lugar y de muchas cosas… hay infinidad, no te podría responder eso.

¿Como es tu lugar de trabajo?

– Siempre estoy bien acompañado, tengo 11 gatos y un pitbull que se llama Santiago. Lo primero que ves en mi taller es eso, lo de más son caballetes, pinceles y herramientas, pero lo esencial son mis compañeros.

¿Cuál es la superficie en la que pintas?

– Pinto sobre tela, hace mucho tiempo lo hago.

¿Hay alguna inspiración?

– Hay una mezcla de dos cosas, el tema y el camino, pero en los últimos 5 años he estado trabajando sobre el tema del vacío de la masculinidad, como arquetipo, revisar esos vacíos que crea el fundamentalísmo, la estructura patriarcal del mundo, en eso. Es como si tuviera un lego, hacer pinturas con fragmentos de la iconografía que representan ese tema.

¿Que te apasiona?

– Soy una persona muy contemplativa, para algunos puedo ser muy ocioso en el buen sentido de la de la palabra. Mi pasión más grande es observar, ser testigo consiente de todo.

¿Un defecto?

– La impaciencia, es el peor de mis defectos, la peor de mis trampas. Uno puede ser impaciente por ignorante o por capacidades, por ignorante es por no comprender el flujo de las cosas y querer apresurarlas, por capacidades a pesar de que sabes que puedes hacer las cosas, tampoco le das el tiempo para que se realicen.

¿Una virtud?

– Perseverancia, terquedad… uno debe ser muy terco en la pintura, el arte es un hecho infinito, es como tirarse al océano todos los días. Todos los días te levantas como si estuvieras en la playa, es volver a echar el bote al mar y pensar que si puedes.

Si deseas saber más de este gran artista, visita @jorgepinzon_visual_artist.