Si eres de los que piensas que el vino es hecho únicamente con uvas trituradas fermentadas en un barril, piensa otra vez!
La mayoría de las personas no saben que los vinos pueden llevar en su elaboración intervención de productos animales, o derivados de estos. La proteína de la vejiga de los peces, las conchas crustáceas trituradas, las claras de huevo, la gelatina y la proteína de la leche de caseína son algunos de los productos que se usan comúnmente para aclarar la bebida y para transportar proteínas inestables.
Pero como estamos en la era de encontrar soluciones para todo (incluida la supervivencia en Marte) ¡Existe un vino vegano! Esta bebida parece ser la opción ideal para los vegetarianos más estrictos, que buscan eliminar por completo de sus dietas productos de origen animal.
Una de las bodegas más famosas y antiguas es Frey Vineyards fundada en 1980 en Estados Unidos, ha estado haciendo vino vegano mucho antes de que el estilo de vida estuviera de moda, especializándose en la elaboración de vinos sin aditivos, sin gluten y 100% orgánicos.
Eliza Frey, asistente del enólogo de Frey, ha trabajado durante una década en la producción de estos vinos y explica cómo hacen para lograr titánica tarea: «Siempre hemos trabajado con vino vegano. Practicamos vinificación de bajo impacto, por lo que nunca utilizamos sulfitos, agentes de fijación animal, colorantes, estabilizadores, enzimas o extractos. Confiamos en la calidad de la fruta para producir vinos de alta calidad y carácter», añade.
Pero, ¿qué sabor tiene el vino vegano? «El vino vegano tiene un sabor similar al de otros vinos», dice Frey. De hecho, factores como el tipo de uva, la región de crecimiento, la madurez de la fruta, la elección de la levadura, el contacto durante la fermentación y la exposición al oxígeno y el roble tienen más de un efecto sobre el sabor final del vino, sin importar si es vegano o no”.
